Álvaro Riva Rey*
09/07/2014 - Se cumplen hoy cuatro años de la gestión de
Carlos Enciso y, por ende, cuatro de este modelo de política pública respecto
de la cultura, que ha sido innovador y que ha llevado a la reformulación de la
gestión, el presupuesto y los objetivos.
La oportunidad de la inauguración de un centro cultural en
Sarandí Grande –ocurrida en la antevíspera- ha sido más que oportuna y bien
podría haberse tomado como un motivo para el doble festejo: la culminación de
una obra y la concreción de un modelo cultural y social que tiene metas que
están muy por encima de la cultura del entretenimiento o la sociedad del
conocimiento.
PRIMERO LOS
CONTENIDOS
Si bien podría ser ocioso mencionar que esta administración
creó el presupuesto para la cultura y programas para su aplicación, debe
hacerse. Un presupuesto, del que carecíamos, es el origen de todas las cosas.
La idea original fue crear contenidos culturales. Así fue
que nació el movimiento sinfónico, se dotó al teatro de recursos técnicos,
gestión y presupuesto, se aspiró a profesionalizar la gestión creando un cargo
de bibliotecólogo del que la Biblioteca todavía carece (porque se frustró por
una mezquina factura política), se dotó al centro cultural (donde se creó un
museo de artes visuales), se reabrió un museo histórico, se creó un área de
gestión de espectáculos pensada para contemplar al interior, hay una normativa
que protege el patrimonio y crea una comisión y hay planes para crear un
espacio para la danza donde antes estaba la EMAAF.
Música, plástica y fotografía, teatro, literatura y danza,
además de historia y patrimonio.
UNA COSA TRAE LA OTRA
Al poco, la necesidad de espacios físicos se hizo evidente.
Hoy tenemos una casa para la sinfónica, una para el museo, ocupados los
espacios del CCF todo el día todos los días, salas recuperadas en las
bibliotecas y el teatro, espacio para el núcleo sinfónico en Sarandí Grande...
Ha crecido de un modo trascedente la superficie física de la cultura en
Florida.
El hecho de que ahora tengamos un centro cultural en Sarandí
Grande (que obligará a una gestión y un presupuesto para generar contenidos) es
un paso más en el mismo sentido.
Cuando la actividad crece, los espacios físicos se achican.
El plan estratégico que en principio fue para incrementar la
actividad terminó dando frutos, a tal punto, que la demanda de espacios es cada
vez mayor.
Este año hemos habilitado un espacio especial para la
sinfónica en Sarandí Grande, donde tenemos una escuela de música para el núcleo
local y ahora, por gestión del Municipio, tenemos otro espacio para extendernos
en cultura.
INAUGURACIÓN Y
FESTEJO
¡Qué mejor forma de celebrar cuatro años que inaugurando
espacios para la cultura, llenos de cultura!
Vivimos tiempos en los que se habla mucho de la sociedad del
conocimiento, algo que refiere más al luso de las nuevas tecnologías y no a la
esencia misma de la cultura.
La cultura es un libro y por eso creemos que los pueblos y
ciudades deben tener sus bibliotecas, deben ser protagonistas en la música, su
pintura y su escultura, su literatura y su teatro.
Reivindicar un foco que ilumine, un pozo tapado, un
semáforo, una ambulancia o una mejor remuneración es una legítima parte del crecimiento
económico y social. Sin embargo algún día llegará en que los floridenses
reclamemos también un libro o un espacio de cultura como un derecho humano, una
parte esencial para el crecimiento moral y espiritual.
Si seguimos trabajado en la cultura con esta intensidad que
el intendente Enciso nos ha inculcado, ese día llegará.
(Publicado en El Heraldo el 09/07/2014)
*Periodista, director
de El Heraldo y director de Cultura.
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