Álvaro Riva Rey*
La Biblioteca Municipal de Florida ha
comenzado a crecer y lo hace poco a poco: comprando libros, atrayendo lectores,
haciendo inventarios e inscribiendo lectores.
Desde que iniciáramos el proceso de
transformación de la Biblioteca Municipal de Florida en 2014, ha logrado
recuperar parte de su ser, tiene gente que llega hasta ella y ofrece servicios
en más de un área, lo que le ha devuelto movimiento y vitalidad.
LOS
JÓVENES PRIMERO
Una evaluación que hemos hecho con John
Quintana, el funcionario que actualmente compra y ordena libros, está a cargo
de los catálogos y los inventarios, nos permite ofrecer datos alentadores.
Desde principio de año se han inscripto 197
nuevos lectores y se han incorporado 63 nuevos libros. Un primer y modesto
presupuesto de $ 5.000 mensuales, nos permite comprar libros que se agregan a
la biblioteca de novelas, de las cuales se nutren los lectores que estamos
recuperando.
Son los jóvenes, y en particular las
adolescentes, las que van libros llevan a sus casas.
En enero el libro más leído fue
“Telepiratas” (infantil), en febrero “Voces Anónimas” (niños y jóvenes),
“Cuentos uruguayos contemporáneos” (adultos) en marzo, “Voces Anónimas” de
nuevo en abril, “Divergente” para adolescentes en mayo y “Deja que llore el
mar” (de Mireya Soriano, para adultos) en junio.
De enero a junio el libro los libros que
encabezan la lista de preferencia son “Voces anónimas” y “La decisión de
Camila” (de la uruguaya Cecilia Curbelo, escrito para adolescentes).
Entre los más leídos también está la saga
“After” y “Buscando Alaska” de Johan Green, ambos para adolescentes.
EL
ESPACIO QUE QUERÍAMOS
La BMF tiene hoy dos espacios y dos
funciones bien definidas. Por un lado la biblioteca propiamente dicha, que ha
creado este espacio especial para novelas, por otro el Espacio de Inclusión
Digital donde ofrecemos clases de informática y espacio para la comunicación.
El primero a cargo de John Quintana, el
segundo de Alicia Wallerstein, que está trabajando junto a Bruno Cabrera.
¿LOS
RECURSOS PRIMERO?
Muchas veces hemos discutido
–civilizadamente y en el ámbito burocrático municipal- que para tener los
recursos primero tiene que existir la demanda del servicio.
Si la gente no necesita ni requiere libros,
¿para qué tener personal en una biblioteca? Si la gente no mira cuadros, ¿para
qué crear un espacio de plástica?
Los recursos vienen detrás de la demanda.
Hacer crecer los espacios de la cultura a través de la creación de públicos ha
sido el objetivo.
En este caso se está cumpliendo y crece a
tasas razonables. Si la gente vaciara los anaqueles, seguro habría más dinero
para libros…
EN
QUÉ ESTAMOS
Hoy nuestra biblioteca recibe a los
cursillistas mayores de edad interesados en las laptops que el gobierno
prometió a los pasivos y en breve se abocará a dictar clases en el interior.
Proyecta lanzar una red departamental de
centros de informática y culturales.
Recibe a nuevos lectores en busca de
títulos de actualidad, que también incorpora.
Gestiona la biblioteca móvil (Rincón del
Cuento Infantil) que viaja por escuelas del interior y de los barrios de la
ciudad llevando libros para el disfrute en el aula y la familia.
Recibe al Taller Literario de Carmen Rocca,
que tiene sede en la Sala Héctor René Rubio.
Es decir, es un centro de cultura en
expansión que trabaja en forma sistemática y sin demasiada alharaca.
*Periodista,
director de Cultura.