Álvaro Riva Rey*
10/06/2015 - Al asumir por
primera vez en el Departamento de Cultura nos propusimos abordar el tema de las
industrias culturales.
Ocurrió, sin
embargo, que hubo que ocuparse primero de cosas más básicas, como es la institucionalidad
cultural local, que prácticamente no existía. El estudio “Cuenta Satélite en
Cultura” (basado en datos del 2009) deja constancia que Florida era el único
departamento del país que no tenía museos cuando Durazno presentaba 6, Flores 2
y San José 2, sólo por citar los de la región centro de la que somos parte.
Así fue que
dedicamos los cinco primeros años de gestión a crear esa institucionalidad,
centro de los campos de la cultura que podrían desarrollarse en torno a las
letras, la música, la plástica, las artes escénicas, los museos, bibliotecas y
archivos y la formación cultural.
Quedó pendiente
el audiovisual, uno de los capítulos que deberá ser abordado con énfasis en los
próximos cinco años.
ESCENARIO DE LA CULTURA
El departamento
es el centro de acción y un escenario propicio para el desarrollo de las
industrias culturales.
Existen diarios,
periódicos y editoriales –la gente que escribe puede auto editarse porque
existen imprentas con capacidad técnica para satisfacer esa demanda-; existen
numerosos grupos musicales que generan ganancias y hay condiciones para
editoras de música; hay artistas plásticos que comercializan su obra
directamente en el atelier; hay producción de programas para televisión; hay
varios grupos de teatro que han hecho sus propias producciones, cubriendo sus
presupuestos con patrocinios y venta de entradas; hay academias de artes como
son las del caso de la danza clásica, o la escuela de música de la Sinfónica;
hay varios festivales que se constituyen en verdaderas fiestas del patrimonio
inmaterial...
Es cierto que el
Departamento de Cultura tiene el cometido de satisfacer la demanda de “no
mercado”, es decir, sin fines de lucro, pero la intendencia también tiene el
deber de atender los requerimientos de un mercado que genera ganancias y, por
ende, desarrollo económico y bienestar.
CUESTIONES ECONÓMICAS
Quien crea que un
área de gobierno de la cultura está sólo para proveer entretenimiento se
equivoca. Además de la cultura como motor de la economía en forma directa –y los
ejemplos citados lo demuestran- está la cultura como base para el turismo.
Dejemos de ver la
cultura como un gasto y empecemos a verla, de una buena vez, como una
oportunidad laboral para quienes tienen esa vocación.
Adecuar un marco
tributario que fomente las fiestas tradicionales locales –ecuestres, criollas,
tradicionalistas o patrióticas-, promover y proteger los derechos de autor,
generar un marco adecuado para el fomento de la industria del audiovisual –para
Internet o para los canales locales-, crear mejores condiciones para la
impresión de libros, estimular a los artistas y conjuntos de Carnaval son
algunas de las ideas que siempre han estado en el aire.
LOS ESCENARIOS Y LA GENTE
No se trata sólo
de contratar un número artístico para el escenario del teatro, por ejemplo, se
trata de poner ese escenario al servicio de los artistas y promotores locales
que arriesgan e invierten. Cuanta más actividad privada sustentable haya, mayor
será la salud cultural de la comunidad.
Cinco años más de
gobierno de la cultura no pueden ser iguales.
Afirmar que todo
lo que ha pasado por el teatro 25 de Agosto ha sido gratuito para el público es
lo mismo que decir que los que disfrutan del teatro han contado con la
solidaridad de los demás contribuyentes, porque alguien paga, siempre. Nada es
gratis.
Mejor sería poder
decir que ha habido financiamiento de una comunidad que ha estado dispuesta y
ha podido pagar por la cultura que consume (sean con impuestos o con entradas),
como cuando compra un libro, un disco de música, una serie de televisión en
streaming, un instrumento musical o una entrada de cine.
No podemos decir
con cuánto contribuye Florida al PBI Cultural del Uruguay, al menos por ahora,
pero sería bueno poder decir que es mucho. Porque la actividad cultural como
parte de la economía es algo que debe tenerse en cuenta.
*Periodista, director de
Cultura.